Tus entrañas sobre el asfalto.
Mi navaja afilada.
Tus riñones en el mercado negro.
La policía despistada.
No habrá más perfecto día que ver un cadáver bajo la lluvia fría.
Celia P. S.
Tus entrañas sobre el asfalto.
Mi navaja afilada.
Tus riñones en el mercado negro.
La policía despistada.
No habrá más perfecto día que ver un cadáver bajo la lluvia fría.
Celia P. S.
Es bien sabido que desde hace algunos años Pedro Almodóvar no hace más que imitarse a sí mismo de manerra recurrente hasta llegar a la caricatura. Películas como Los amantes pasajeros (2013) no son más que un testimonio de como no basta con un director genial, tener mucho dinero de producción y un montón de actores famosos (e incluso buenos) para hacer una película que merezca la pena. Por suerte Dolor y gloria (2019) no llega a tales extremos.
Este relato lo escribí para un concurso literario al que me presente y que no gané. Me gustaría aprovechar este espacio para expresar mi disconformidad con los concursos literarios en los que el ganador no es elegido por un jurado, sino por los votos de la gente. No se trata de que crea que mi relato es tan bueno que habría ganado de haber sido un jurado el responsable, no se trata de eso. Pero lo que no me gusta es que el premio de un concurso de literatura se decida por votación. No es necesario estar diplomado en Ciencias Políticas para entender que la gente no siempre vota usando criterios racionales. De hecho, en muchos concursos veo como relatos horrendos se llevan miles de votos debido a que la persona tiene muchos amigos que votan por su texto sin haberlo leído y personas que escriben cosas interesantes que son totalmente ignoradas. También es muy común ver a gente votándose a sí misma y gente que no se vota a sí misma y vota a sus competidores poruqe lo que les interesa no es ganar a toda costa. También he visto gente triunfar generando polémica y haciendo que todos hablen de sus relatos. Creo que si estos concursos se encargasen a un jurado profesional podríamos ahorrarnos tan lamentable espectáculo. Lo masivo hace tiempo que dejó de significar lo mejor. Dicho lo cual, os dejo con el relato:
«Plata no es» es un pequeño cortometraje que hice en primero de carrera junto a la genial Noelia X Quino. En el vídeo también sale Alberto Martínez Bernardo y salgo yo actuando. Como podréis observar soy un actor consagrado seguidor de los métodos de Stanislavski y Meyerhold. No sé cómo no me dan el Oscar. ¡Quiero mi Oscar!